A Sylvia Plath.
Fervientemente creo que los
pájaros esparcieron cadejos
de tu pelo entre las nubes
de Massachussets,
y tus ojos envolvieron el firmamento
con el dulce sonido de tu voz
dándole nombre a todas las cosas
que tocaron tu corazón.
Con la virtud de tu piel transparente
fuiste capaz de encontrar
las fronteras perdidas de la razón,
y con el cristal de tu aliento
el verde del jade hace renacer nuevos
colores en las flores,
nuestros dioses rezan al sol por
todos los muertos enterrados
entre piedras y lodo,
y el espejo que cuelga en mi
habitación me transporta al lago
donde un día bañaste tus manos
en aguas heladas que han servido
a los menesteres de la vida.
To Sylvia Plath.
I fervently believe that the
birds scattered head of hair
in the clouds of Massachusetts,
and your eyes enveloped the sky
with the sweet sound of your voice
giving names to all things
that touched your heart.
With the virtue of your transparent skin
you were able to find
the lost borders of reason,
and with the glass of your breath
the green jade revives
thecolors in the flowers,
our gods pray to the sun
for all the dead buried
between rocks and mud,
and the mirror hanging in my
room transports me to the lake
where one day you bathe your hands
in the icy waters that have served
to the necessities of life.