Pesadilla

Mis sueños

Sueños

Me quede envuelto en la sintáxi
en el bostezo de un micrófono afónico
en la danza sincopada del motor de una cortadora de pasto
me acuerdo haberte dicho que los perros
la noche anterior destrozaron
con mordiscos rabiosos el manto de las estrellas.

Me quedé con la boca abierta al darme cuenta que envolví
tus senos con mi piel seca, requebrajada
y que la guerra aún continuaba,
en este momento
un pájaro atraido por la añagaza
pájaro metálico que lleva en su buche
solamente a la muerte, en un vuelo
inmortal rasante
dicen que fue un vuelo, casi perfecto
totalmente simétrico
a la vida y la muerte
rebano quirurgicamente veinte seis
mil corazones,
fue en un instante de silencio en el íntervalo
de la vibración de la quinta cuerda de una guitarra
y el aullido de una madre
al ver desaparecer su hijo entre el infierno
y calor de una bomba de fósforo

Me quede sin aliento
después de correr dos millas
alrededor de tus deseos
visualice el significado de los símbolos
la somnolencia de mis sueños
la equivalencia de mis silencios
alrededor de lo trascendente
de tu figura proyectada
en la creación misteriosa de mis dioses.

2

Me quede en la orilla de las palabras
tratando de seguir los cazadores
en su desnudez
cruzando bosques con árboles
atribuidos a aquellos
que merodean la fórmula
cónica de sus relaciones,
existía en aquel momento
una metamórfosis de mi cuerpo
con el agua, que sin descanso
trataba de borrar las huellas
de las esperanzas marcadas en la arena.

3

Me quede asustado
cuando las estrellas cayeron
en un inmenso silencio,
tocando la tierra
con el roce mágico de sus alas
(me contuve en llantos y alegria).

Sol y caballo

Caballo.

Hidalgo, libertario
eres mi mitología
la transparente realidad
de mis sueños
viajo en tus entrañas
y tus pasos desbocados
se pierden entre los
relámpagos de la aurora
las últimas lluvias
de la primavera lavan
el reflejo de tu sombra,
arrogante en tu galope
de titán con tus pezuñas
de lapizlazuli dejastes grabada
en la tierra diluviana
el dibujo exacto de tu forma
fuistes el minotauro, pegaso
el unicornio mágico, milenario
de historias llenas de corazones
buscando las dulzuras del espíritu.

Tú figura rápida y esbelta
se dibuja en la procela,
dejándolo grabado en el
lienzo del tiempo,
en tu ancha anca viaja
como señor de las cosas
el más impetuoso de los
dioses, el sol, y que con su
tornasol tiñe tus cernejas
y como brumas dibujan
un paisaje nuevo.

La vida y la máscara

Una vez más.

Ya no se que pensar
la muerte vuelve a
vestirse de gala
viene no se de donde
subrepticia, letal
suave, vacia su cargador
entre mozalbetes, en
una mañana helada, de
miradas cortadas por
el frio y de silabas mudas
de la muda boca
del asesino,
ya no se que pensar
¿es la parsimonia de la muerte
anudada en la garganta
de este pueblo?, o es que
viaja sin itinerario de una
ciudad a la otra en un
minuto es South Central L.A.,
Downtown Detroit,
los proyectos en Chicago,
el ghetto en Harlem, o se desplaza
rápida es Irak, Afganisthan o es
que se reproduce en la violencia
de mentes agotadas
en la vesania de guerra
sin sentidos y ajenas,
¿que será? invoco
una vez más a mis dioses
para consultar en sus oráculos
el porqué de estas matanzas,
pero mis ojos sin haberse vaciados
miran el horizonte aún anaranjado de
la tarde.

Venimos del mismo lugar

Caballo

Caballo:

Artefacto, dócil, sangre y carne, sedoso, alerta, de belfos hirientes, y de banderas tus crines, animal útil, de pasos esbeltos, nervioso y atrevido, eres la suerte de los débiles que desean montar para levantar sus brazos ateridos en el frio de tu brios.

Sueños

Sueño # 2

Desde las grotescas imágenes de la noche
trepo el caballo su vuelo mágico
llevo en sus cascos
el dolor atravezado por un corazón,
con un galope frenético atraviesa
las moradas, donde el silencio sostiene
el bastón de plata.

Cruzo el gran rio que separa,
el horizonte de los sueños
pasando a llevar con el vértigo
de la carrera, la exultación de las mariposas
que en su vuelo loco se enredaron en sus crines
súbitamente, cambia de dirección, riendose,
caracolea su alegria en el díalogo
profano de los espíritus,
se dirige al centro del universo
en el momento que la tierra despertaba
limpiándole la cara
y ofreciéndole un paseo
por el sendero donde los unicornios
cultivan las esperanzas.