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Wednesday, August 29, 2007

Luces del tiempo

Aun me quedan algunos recuerdos.

Eso fue ayer, señor
La pila de agua
La reja de fierro, la cadena y el candado.
Las ametralladoras apoyadas
En el vano de la puerta,
Los gorriones cantando al viento de la mañana
Las manchas de sangre en los pasillos.

Así como le digo, señor
Eso paso ayer,
Las vendas caidas, la sangre seca en la ropa
Los golpes a mansalva
Las ventanas cerradas con todo el frenesí
Los árboles descansando su sombra
En el techo de tejas,
Los cuerpos transpiran sangre,
Hojas caen suaves con el golpe de la brisa
La torre,
Las celdas alineadas
En el comedor principal
Algunos en el patio barren llantos,
Lágrimas, gritos
Y algunos corazones petrificados.

Si, señor así, como le cuento ocurrió
Eso fue ayer, nada más que ayer
Los domingos descansamos la tortura,
En el patio acariciado por el sol
Volamos más alla de la luz,
La tiniebla, el velo que no escucha,
La muerte que cifra la voz
Y la centinela mirada
Del reptíl venenoso.

No es mentira, señor
Mis alientos se diluyen en mis manos
La vida se escapa en torrente
Las bocas estallan
Las sonrisas las cortan con navaja
Sobre el patio el azul del cielo
Y el olor a cordillera,
Hay momentos donde las puertas
No se pueden cerrar
Porque el dolor atosiga las habitaciones
El espacio, los poros,
El oido,
No se duerme, la vigilia
Se une a los latídos del corazón
Para protegernos
Del ataque artero
De la punta del cuchillo,
De las uñas con ponzoña.

¿Yo le pregunto señor?
¿Usted,si usted, me imagino supo?
Lo que pasó
Con la mirada fugaz
A través de la venda
Vi un compañero con llagas y heridas
Mancha con sangre
El diario “El Mercurio”,
Los mosaicos españoles, timidos
Le dan un lustro a la muralla
Mientras otros seres
Con los rostros cubiertos, tristes
Ensimismados en la tragedia
Apoyan sus cuerpos entre
El estupor y cicatrices
Con las sombras remendada
Arrastramos la tortura,
Y bestias de vahos malolientes
No descansa en el transcurso
De los días y la noche
En sus bolsillos de soldados de la patria
Llevan la picana
La aplican sin misericordia
No descansan,
Las arañas ensimismadas le cuentan
Los golpe, las zambullidas
En la mierda maloliente de los baldes.

El edificio aun está en pie ya viejo
Desgastado por los estertores,
Deteriorado por los oxidos de la muerte,
Sus simientos corroidos
Por toda la sangre derramada,
Yo, ya lejos de todo:
Pero creo que todavía
Me quedan algunos recuerdos. 1993

Friday, August 24, 2007

El mar

El mar.

arranque del mar
mientras viajaba con las alas desplegadas
un millón de perlas,
las coloqué ordenadamente
unas tras otra
en mis cabellos,
lo hice solo por una travesura
y sin darme cuenta en mi vuelo sin rumbo
las perdí.
Y en una tarde
que se envolvía en hojas húmedas
recordaba, la medida exacta de mi vida,
los sueños se cruzaron
hilando una red de colores,
de súbito
apareció un anciano trujamán
traía escrito
en sus hábitos
el presagio de los surcos de la tierra:

"Las palomas vuelan cerca del manantial. Este se estremece con el aleteo furioso de aves ansiosas por ver el horizonte a través del brillo reflejado en su corriente, un arco iris lleno de colores cabalgaba en el anca de la guitarra desbocada, los amantes pasean descansando su cadencía, abiertos al ruido de la hojarasca caída al amanecer, uno de ellos se inclina para refrescar su cara sedienta en la luminosidad del agua espumosa, pero una ráfaga de viento desperto mi sueño, dejándome ver en el reflejo, la sombra de la luna apoyada con su cara melancólica en los ópalos dorados de sus orillas íntimas. Mirando a la luna, le pregunté porque dejaba que su luz se desperdiciara en los acantilados desnudos, donde las flores esenciales del susurro se marchitaban"

Yo quisiera devolverme
por ese camino de la luna
a nuestro antiguo diálogo
de pieles no alteradas,
pero me he perdido
igual que flecha errática
disparada al espacio.
Busco con la mirada el punto donde sostener
mis pupilas cansadas,
pero
solo los mapas sostienen
la transversabilidad de las calles,
el paisaje se atosiga con la mano del hombre,
las casa están amarradas
con cadenas de concreto a la tierra herida.

Monday, August 13, 2007

La muerte


La muerte.

la muerte,
me vio desnudo
en mi silencio de prisionero
me miro, y una sonrisa
burlona se dibujo en
la luz amarillenta de su rostro.

Con su sonrisa burlona
acaricio las cicatrices
de mi cuerpo,
diciéndome----Espera
querido tu turno, espera.

Yo, perplejo en mi muerte
solo atine a mirar
el hueco cilíndrico de
su ojo.

Thursday, August 02, 2007

Recuerdos

Quisiera.

Quisiera recoger en mis manos
las semillas de mis hijos
para mostrarles el encanto
de las nubes y el cielo,
de mis sueños lacerados
los sembrios del trigo
y del sol reposando en mis uñas sucias
con la humedad del barro,
quisiera mostrarles el olor
de las lluvias recién pasadas,
llevarlos al desierto mustio
lleno de girasoles.

Quisiera enseñarles
sus secretos y escondrijos
donde el Inca deposito
sus esperanzas, lejos
de las codicias llegadas en navios extranjeros,
y señalarles donde la muerte
se esconde para cercenar
las gargantas libertarias.

Quisiera desplegar los velámenes
de mis arterias
y a toda máquina dirigir mi sangre
entre los recovecos
de la verdad, para descubrir
el instinto de los aniquilamientos,
y de una vez por toda
desafiar
con mis lanzas,
tu rostro destruido.

Quisiera encontrar el reposo
entre los pliegues de tu piel
y ver florecer rosas y geranios
desde la tierra mojada.

Thursday, June 28, 2007

La ventana

Viento, mar y nubes.


Viento, mar y nubes
trepan, corren
empujan
tratan de arrancar
se deslizan por las murallas,
por las acequias reptan
buscando una salida
a los hombres,
el nuevo terror
los quiere conquistar
terror que ha entrado
por los vericuetos
de los húmedos cerebros enmohecidos
de los que quieren un nuevo orden.

El viento
se retuerce
trata de escapar
fue cogido
fue vendado
amarrado
es valiente se retuerce
siente el golpe
seco, métalico
de la electricidad
su cuerpo es invadido
por miles de hormigas
que buscan un refugio,
todas sus visceras
se escapan
por las grietas del dolor
lentamente
la desesperación y
la angustia se transforma
en suplicio diario, se reconcilian
en una búsqueda
de alma y cuerpo
en una comunión terrenal.

El mar azota sus brazos a las rocas
conoce la tortura
y de su huella lacerante
y a pesar de los elementos



llora
la rabia
impotente
de no poder
mecer los cadáveres
entre sus brazos espumosos
y cantarle villancicos de
amor y pájaros.
Ellos descansan
en el lecho frio de su vientre
transformándose en hipocampos,
nautilus y caracolas
que conquistarán la tierra
celeste, verde y excecrada,
el cochayuyo,
el liquén
las algas
se acongojan
y secan sus lágrimas
con el manto esmeralda
anunciando
con la rosa de los vientos
que la muerte vive
---en casas sin nombres
---en vehículos negros
---ronda en los trémulos
esqueletos de valientes soldados
que comparten día a día
codo a codo con la muerte
el regocijo de los niños
sin ojos.

Las nubes
silenciosas vuelan
recorriendo mi espacio en un segundo
recogen los ecos
de la gran batalla,
entre los bravos soldados
pintarreajeados
matando mujeres embarazadas
y odiosos terroristas de
cinco a diez años,
¿porqué?
sus combates son desiguales



siempre
en las salas de tortura
en vehículos sin placas
o las encerronas
en las poblaciones
donde veinticinco valientes
golpean a un anciano.

Las nubes
se trasladan rápidas
efímeras contando
como todo ha cambiado
nuevos códigos de señales
nuevos ruidos guturales
nadie te protege
y las botas militares
giran
giran
giran
giran.
Alrededor de todos
la sonrisa leal y franca
hay que dibujarla en el pamfleto
y repartirla clandestinamente,
el abrazo cálido hay que darlo
antes de que el sol
se despida detrás de las montañas
pero cuidado
no te vayan a sorprender
mirando las palomas
o que descanses tendido
en el trigal
mirando hacía lo alto
contemplando el paso displicente
de las nubes.

Saturday, June 09, 2007

Eres tú

Eres mi princesa
(para mi nieta Anais)


Buscaré en el almagesto
aquel tiempo cuando las rosas
despojan el sueño de los polvos
para descubrir tu nombre entre
el marasmo
de la cosas.
Besaré tus pies y en los dedales
de tus ojos escribiré
las proezas de los héroes ocultos de mi patria
llore en silencio
aquel día
en que nacistes
alcancé a tomar firmemente la mano de tu padre aún
húmeda por el desespero
te cuento que te quiero con la misma
fuerza igual que al océano.

Te llevaré en mis cuentos a volar
en los meridianos de los extremos
visitaremos la suavidad de los cerros
el suave contorno del desierto
desnudaré tus pies aún pequeños
para mojarlos en el torrente del Aconcagua
dejaré que tus élitros
desempolven el altar
de mis sueños.

Eres mi princesa
con ojos azabaches
de tu pelo colgarán las amapolas
tus manitas serán el óbice para las mentiras
viviré por siempre en el color de tu piel.