A raíz del quinto centenario de la muerte de Geronimo Bosch conocido como El Bosco he treducido un artículo muy interesante acerca de su vida. Lo he sacado de The New York review, del 18 de Agosto del 2016, siendo su autora Ingrid D. Rowland. Geronimo Bosch es uno de los artístas más intrigante dentro de los grandes maestros.
El misterio de Hieronymus
Bosch.
Ingrid D. Rowland
The New York Review
18 de Agosto, 2016.
Traduccion: Leonardo Ibáñez
Valenzuela.
Primera Parte.
Nunca ha existido un pintor como Jheronimus van
Aken. El maestro Holandés que firmaba
sus trabajos bajo el nombre de Jheronimus
Bosch. Su imaginación abarca desde los lugares más allá del cielo hasta los más
remotos espacios del infierno, pero para mucho de sus primeros admiradores los aspectos
más impactante de su arte es lo que ellos describen como “la verdad a la
naturaleza”. Los quinientos años del aniversario de su muerte en 1516 ha
inspirado dos exhibiciones comprensibles de su arte, en el museo de Noordbrabants, en su ciudad natal y en el
Museo Nacional del Prado en Madrid, y como así también un ambicioso proyecto para
analizar toda su obra que ha sobrevivido dibujos, pinturas, y grabados de
acuerdo a las ultimas técnicas científica llamado (Investigación de Bosch y
Proyecto de Conservación). Pero a pesar de todo lo que hemos aprendido a
través de toda esta tarea—y que ha sido
de un gran esfuerzo—el hombre que fue conocido por sus vecinos por ‘Joen el
pintor” continúa siendo un misterio.
Como podría
haber sido de otra manera con tal misteriosa destreza como artista? Sus
primeros admiradores celebraron la ingenuidad sin límites en su trabajo, pero también
ellos reconocieron la seguridad en sus manos y su ojo infalible de observador.
En la precisión de su técnica en el delineado, su sensibilidad para el paisaje,
su fascinación con los animales, el mostró algunas sorprendentes afinidades con
su contemporáneo de Florencia Leonardo da Vinci, quien otro que no sea Leonardo
podría darse cuenta y grabado, como Bosch lo hizo a su manera que la luz de la
tarde puede convertir las aguas de un río lejano en un espejo radiante. Ambos
artistas sintieron una fascinación por rostros grotescos, pero Bosch también
detallo conductas grotescas humanas con un abandono obsceno propio de ellos. No
importa cuan cerca miramos su trabajo en particular minuciosamente, siempre
habrá algo más que encontrar.
Los
primeros tiempos de la vida de Jheronimus van Aken están escasamente
documentada; las pistas de su vida interior aun son muy pocas. El creció en la
parte más norteña del limite con el lenguaje flamenco. Reglas flamencas del
duque de Bramante en una ciudad cuyo
nombre significa “la floresta del duque”; Silva Ducis en Latín, s’Hertogenbosch
en Flamenco, Boia-le-Duc en Frances, Herzogenbusch en Alemán, Bolduque en
Español- todos idiomas comunes en aquella época en esa región. El bosque mismo fue
probablemente una antigua memoria para el tiempo de su nacimiento alrededor de
1450, y que fue reemplazado por un gran emporio con un rango detrás de Bruselas
y Ámsterdam por el tamaño e importancia en esa área, famosa por sus cuchillos
de acero y sus mercados de ropa.
La familia
van Aken fueron pintores por lo menos de tres generaciones, y residentes de Den
Bosch (el nombre coloquial de s’Hertogenbosch) por dos años. en 1430 tres años
mas o menos de su llegada en la ciudad. El abuelo y abuela de Bosch se
enrolaron como miembros de la confraternidad religiosa local llamada Hermandad
de Nuestra Señora, sin duda después, la hermandad le proveería a su extensa
familia con consuelo espiritual, contacto social, y comisiones artísticas. Sus
cuatro hijos, Thomas, Jan, Goessen, y Anthonious llegarían a hacerse pintores
por ellos mismos, así de uno en uno los tres hijos de Anthonious van Aken: Jan,
Goessen y Jan/Jheronimus. Todos ellos parecen haber tenido carreras activas. Y
solo uno tendría verdaderamente un talento excepcional.
En 1462,
Anthonious van Aken, con alrededor de cuarenta años, compro una casa en la
plaza del mercado en Den Bosch, donde, igual que sus vecinos, el podría mostrar
su mercadería en el frente de la puerta. Con doce años de edad Joen fue expuesto con algo inusual que
mostrar. Anthonious y su esposa se habían unido a la hermandad de Nuestra
Señora como miembros regulares en 1454,
además, otro signo de su prospera vida, de
hecho, Den
Bosch fue reconocido en Los países Bajos por su hospitalidad a los vagabundos y
su generosidad por los pobres. Este fue el escenario que el niño Joen van Aken
llego a su madurez, donde las rutinas del trabajo, piedad y la vida familiar
dirigió y agrego energía para un trabajo mayor de comercio, política, especulación
y también intelectual y espiritual.
Un fuego
incontrolado barrió Den Bosch en 1463. Las consecuencias proveyeron a los van
Aken con muchas comisiones para reemplazar trabajos de arte perdidos o dañados,
pero su casa en la plaza del mercado sufrió pequeños daños en el techo. El gran
incendio abraso de esta manera dentro de la memoria visual de su joven hijo,
quien parece haber registrado todo lo que el vio, entonces y siempre con
sorprendente precisión. Sin embargo la deslumbrante agudeza visual que lo guío
a disfrutar los finos puntos de una línea, color, textura o luz fue coincidir
con una habilidad para ver mas allá de
la superficie de las cosas, separando verdad de la falsedad, sinceridad de la
hipocresía, bondad de la crueldad.
Alguna vez
entre 1477 y 1481, el treintañero Joen se caso con una mujer prospera, Aleid
van de Meervenne, y se cambio a otra casa mas grande en el lado de la parte
norte mas prospera de la plaza, aparentemente colocando su propio estudio como
Jheronimus Bosch. Como su padre y su abuelo el se unió a la Hermandad de
Nuestra Señora, firmando sus libros el año 1487; al año siguiente en un
movimiento sin precedente en su historia familiar la hermanad lo cogio como un
“Hermano jurado” que es pertenecer a los ochenta hombres de la elite de la confraternidad.
Los deberes como hermano jurado incluye ser anfitrión de un suntuoso banquete
para todo el grupo de tiempo en tiempo, y los libros de la hermandad en 1489
muestra que “Jeronimus el pintor” agasajo a sus hermanos con 24 libras de
carne. Sus artísticos talentos y los trato de su esposa como vendedora de
propiedades lo llevaron a el a una posición elevada en la sociedad.
Como su reputación
se expandía, el puede haber tomado su nombre artístico como “Bosch” como una
forma de decir a sus patrocinadores que no eran de la ciudad como podrían
ubicarlo (“van Aken” significa “de Aachen”, pero su tatarabuelo Thomas había
dejado la ciudad para dirigirse a los Países Bajos en 1404). Para 1505 esos
patrocinadores incluyendo aristócratas, cortesanos, y jefes de estado,
coleccionistas apasionados del arte
flamenco que vieron algo único deseado en las visiones de Jheronimus de s’-Hertongenbosch.No
hay ninguna indicación, si embargo, que el artista se halla cambiado de la casa
que compartía con Aleid en el lado norte de la plaza del mercado. Si el viajo
en su juventud, no existe record de estos viajes. El murió sin dejar
descendencia, durante un brote de plaga en 1516, su esposa lo sobrevivió por
otros seis años. Sus sobrinos
continuaron la tradición familiar llamando en la misma balanza local
como sus propios padres, Goessen van Aken, y no en la eterna balanza sin límites
de su tío Jheronimus Bosch.
A causa de
que los registros relacionados son escasos y los obras de arte que le
sobrevivieron son pocas y extrañas, cada aspecto de su carrera es debatida y
cuestionable.
Los
curadores del los museos del Prado y de Noordbrabants, no están totalmente de
acuerdo cual de los trabajos es de Bosch y cual no o cuando el creo los dibujos
y pinturas que ellos han mostrado qien
los ejecuto, ni que hablar cual es su significado. En un punto, aunque, todos
se deleitan y están de acuerdo, desde
eruditos y curadores y visitantes, que han ido a Den Bosch y Madrid en
multitudes. Jheronimus Bosch es un maestro.
El museo de
Noordbrabants, que no posee ningún trabajo de Bosch, no obstante se ingenio
para desplegar una cantidad de ellos:
diecinueve de veinticinco dibujos conocidos, incluyendo “El bosque tiene Oídos”
“El campo Tiene Ojos” y “El nido de los Búhos”
como así también, de las pinturas en
paneles: veinte de veinticinco trabajos
con firma aceptados por el Proyecto de
Investigación y Conservación de Bosch. El Museo el Prado, quien se jacta de
tener la mayor colección de pinturas en el mundo de Jheronimus Bosch, esta exhibiendo este tesoro
hasta Septiembre con un diseño ingenioso de plataformas curvas que permite a
los visitantes ver desde cualquier punto los trípticos tales como “El Jardín de
las Delicias”, “La carreta de Heno” y las “Tentaciones de San Antonio” como así también dibujos
escogidos como “El Hombre Árbol” y una vez mas “El nido de los Búhos”.
Los
imaginativos y salvajes detalles de Bosch llaman para una inspección más
cercana, pero una lógica implacable gobierna esta fantasmagoría. Las visiones
del infierno de Bosch con sus observaciones minuciosa de las llamas, y lodosos mefíticos estanques, son más
caóticos que Dante, pero una similaridad severa de un sentido moral garantiza
que cada crimen recibe su propio horroroso castigo. Pero exponiendo las
consecuencias de la mala conducta, Bosch urge a sus espectadores que se
conduzcan adecuadamente, y así lo hacen: en
Den Bosch y Madrid, multitudes expectantes esperan pacientemente por un
momento de escrutinio íntimo, un bosque de dedos apuntando sugieren cuantos de
ellos fueron premiados al final con un entendimiento secreto.
Ambos
museos publicaron sus propios catálogos, y una cantidad de excelentes libros
han aparecido en este año centenario para introducir a Bosch
y su trabajo al público en general. Nils Buttner’s Hieronymus Bosch:
Visiones y Pesadillas, es un atractivo pequeño libro de tapa dura con
ilustraciones coloridas entregando e invitando, a una juiciosa visión de
conjunto de Bosch en su medio ambiente histórico. Jheronimus Bosch: El Camino
al Cielo y el Infierno por Gary Schwartz, dedica dos páginas desplegables para
dos de los mayores paneles, permitiendo al lector, guiados por las sugerencias
sensibles de Schwartz para desarrollar una interpretación personal de los
rompecabezas pictóricos del artista.
Ambos
volúmenes son una compañía ideal de
Bosch. El catalogo para la exhibición
del Museo de Noordbrabans también aborda de manera atractiva todo para el
lector. Los especialistas pueden consultar los dos densos volúmenes ilustrados
publicados por los miembros del Proyecto de Investigación y Conservación de
Bosch, presentando los resultados de sus análisis científicos y sus
conclusiones acerca de la fecha y atribuciones
de los trabajos del artista (Por ejemplo, a causa de que Bosch pinto los
paneles en Roble Báltico, analizando las
secuencias de los tres anillos les permitió a ellos determinar cuando los
árboles cayeron, algunas veces pudieron conectar
pinturas en particular a un árbol especifico. otras veces, mostraron que un panel
pudo haberse pintado después de la muerte de Bosch). El catálogo del Museo del
Prado es dos veces más grande que el de
Noordbranbans, con entradas mas detalladas de los trabajos individuales, pero también
tiene ensayos maravillosos para el lector en general……