Nada, el dilema de las
mentiras.
Ya nada se
mantiene entre el vaho de las nubes
todo ha
perdido el equilibrio entre mentiras,
engaños de
pestes que se deshacen en el trafago
todas las
cosas han caída en el vacío de la nada,
tu rostro
se pierde en la nebulosa de la mascarilla
las calles
son espectros tristes recibiendo
las
historias de transeúntes perdidos en el
caos
de los
engaños, en el embuste de la soledad,
en la voz
sin sentido, en el permiso de mi libertad
en la
figura ampulosa de las armas
o el disfraz
ridículo de la fuerza.
Ya nada significa
nada, leyes, voces edulcoradas
risas grandilocuentes,
ojos vivaces
de los
payasos matinales y el llanto sin sentido
es la venta
mercachifle de voces melifluas
de rostros
empalagosos subastando la pobreza,
de ojos
vacíos mirando el fondo de la ausencia,
los
enfermos solo se debaten en el silencio
de las
maquinas, de ministros embusteros
vendiendo
las pócimas del mañana
buscando el
sitial de los iniciados.
Parece solo
el dominio de la nada
una peste
que viene y otra que llega
nada vale
ni la muerte tuerta
ni el grito
ahogado de los que piden un mendrugo,
mas vale el
sol tostando el rostro
o la lluvia
septentrional ahogando lagrimas,
que será,
la risa envuelta en la sal
o los ojos
ocultos en el miedo,
será la
muerte de los crepúsculos,
el ocaso de los sueños,
la muerte
repentina de las risas.
Nothing is kept in the mist of the clouds
everything has lost its balance between lies,
hoaxes of pests that dissolve in the traffic
all things have fallen into the void of nothingness,
your face is lost in the mask nebula
the streets are sad specters receiving
the stories of passers-by lost in chaos
of deceit, in the lie of solitude,
in the senseless voice, in the permission of my freedom
in the bulky figure of arms
or the ridiculous disguise of force.
Nothing means anything anymore, laws, and sweetened voices
bombastic laughter, lively eyes
of morning clowns and meaningless crying
is the sale of mellifluous voices of peddlers
of cloying faces auctioning off poverty,
empty-eyed looking at the bottom of the absence,
the sick only debate in silence
of machines, of deceitful ministers
selling the potions of tomorrow
looking for the seat of the initiates.
It seems only the domain of nothing
a plague that comes and another that comes
nothing is worth even one-eyed death
nor the muffled cry of those who ask for a crust,
better the sun toasting the face
or the northern rain drowning tears,
what will be, the laughter wrapped in salt
or the eyes hidden in fear,
it will be the death of twilight,
the twilight of dreams,
the sudden death of laughter.