Aun me quedan
algunos recuerdos.
Eso fue ayer,
señor
la pila del agua
la reja de fierro,
la cadena y el candado
las ametralladoras
apoyadas
en el vano de la puerta,
los gorriones
cantando al viento de la mañana
las manchas de
sangre en los pasillos.
Así como lo digo,
señor
eso paso ayer.
las vendas caídas,
la sangre seca en la ropa
los golpes a
mansalva
las ventanas
cerradas con todo frenesí
los arbole
descansan su sombra
en el techo de
tejas,
los cuerpos
transpiran sangre
hojas caen suave
con el golpe de la brisa
la torre, las
celdas alineadas
en el comedor
principal
algunos en el
patio barren los llantos
las lágrimas, los
gritos
y algunos
corazones petrificados.
Si señor, así como
le cuento ocurrió
eso fue ayer, nada
más que ayer
los domingos
descansamos la tortura
en el patio
acariciado por el sol
yaciendo más allá
de la luz
la tiniebla, el
velo que no escucha
la muerte que
cifra la voz y la
centinela mirada
del reptil venenoso.
No es mentira
señor
la mentira se
diluye en mis manos
la vida se escapa
en torrentes
las bocas estallan
las sonrisas las
cortan con navajas
sobre el patio el
azul del cielo
y el olor a
cordillera
hay momentos donde
las puertas
no se pueden
cerrar
porque el dolor
atosiga las habitaciones
el espacio, los
poros, el oído
no se duerme, la
vigilia
se une a los
latidos de los corazones
para protegernos
del ataque artero,
de la punta de la lanza
de las unas con
ponzoña.
Yo le pregunto
señor a usted,
si usted,
me imagino supo, lo que paso
con la mirada
fugaz
a través de las
vendas
un compañero con
llagas y heridas
manchas con sangre
el diario, el
Mercurio,
los mosaicos
españoles bellamente
alineados decoran
las murallas
los otros y otros
seres con los
rostros cubiertos,
tristes
ensimismados en la
tragedia
apoyados en el
estupor
y cicatrices en el
cuerpo,
con las sombras
remendadas
arrastrando la
tortura
bestia de vaho
maloliente
que no descansa es
la pasajera
de día y noche
en los bolsillos
de soldaditos con cuerda
la aplican sin
misericordia
no descansa
se mete en las
hendiduras
arañas de los
rincones les cuentan
los golpes, las
zambullidas,
cargadas de
electricidad
y la mierda que
aun maloliente
hierve en los
baldes
el edificio aun en
pie, viejo
desgastado por los
estertores
deteriorado por la
muerte oxidante
sus cimientos
corroídos
por todas las
sangres derramada
yo, ya lejos de
todo:
Pero creo que todavía
me quedan algunos
recuerdos.
1993©
I still have some
memories.
That was yesterday, sir.
the water basin
the iron fence, the chain and
the padlock
machine guns supported
in the doorway,
the sparrows singing in the
morning wind
the blood stains in the
hallways.
Just as I say, sir
That happened yesterday.
The fallen bandages, the dried
blood on the clothes
the full blows
the windows closed with all
frenzy
the trees rest their shadow
on the tiled roof,
bodies sweat blood
leaves fall softly with the
blow of the breeze
the tower, the cells lined up
in the main dining room
some in the patio sweep away
the tears
the tears, the screams
and some petrified hearts.
Yes sir, just as I told you it
happened
that was yesterday, nothing
more than yesterday
On Sundays we rest from
torture
in the sun-kissed courtyard
lying beyond the light
the darkness, the veil that
does not listen
the death that encrypts the
voice and the
sentinel gaze of the poisonous
reptile.
It's not a lie sir
the lie dissolves in my hands
life escapes in torrents
mouths burst
smiles are cut with razors
over the patio the blue of the
sky
and the smell of the mountains
There are moments where the
doors
cannot be closed
because pain fills the rooms
the space, the pores, the ear
one does not sleep, the vigil
joins the beating of hearts
to protect us
of the cunning attack, of the
tip of the spear
of the ones with poison.
I ask you sir,
if you,
I imagine he knew what happened
with a fleeting glance
through the bandages
a companion with sores and
wounds
stains with blood
the newspaper, El Mercurio,
Spanish mosaics beautifully
lined up decorate the walls
others and other beings with
covered, sad faces
lost in tragedy
supported in stupor
and scars on the body,
with patched shadows
dragging the torture
smelly mist beast
who does not rest is the
passenger
day and night
in the pockets of little
soldiers with rope
They apply it without mercy
does not rest
gets into the crevices
spiders from the corners tell
them
the blows, the dives,
charged with electricity
and the shit that still smelly
boils in the buckets
the building still standing,
old
worn out by death rattles
deteriorated by oxidative
death
its corroded foundations
for all the blood spilled
me, far from everything:
But I still think
I have some memories left.
1993©