Allá en el parque.
Tus sonrisas raudas vuelan entre los volantines,
tus manos recogen los suaves pétalos de los gladiolos
tu cuerpo se mece al compás de los tambores
que en la distancia dejan escuchar sus voces.
Tus oidos reciben el sabor de los sonidos
que se cocinan en las parrillas repletas de manjares,
de tu boca salen con ahinco palabras de apoyo
a los que cocinan, que con garbo esquivan
los platos que se lanzan al encuentro de las meriendas.
Los cantores seducen el viento con el ritmo sincopado,
de sus acordes,
los que bailan dejan impresos en la simetría
del ambiente sus movimientos cadenciosos dejando
sentir el sudor agridulce de sus cuerpos.
El sol displicente juega con el entorno del paisaje
lamiendo las sombras sentadas en los escaños,
el parque se despereza indiferente a los ladridos
de los perros perdidos entre los recodos de los edificios.
There in the park.
Your smiles darted among the kites,
Your hands pick up the soft petals of gladioli
Your body swings to the beat of drums
that in the distance let their voices heard.
Your ears receive the flavor of sounds
cooking on the grill filled with delicacies,
from your mouth get out words of support
to cookers, which gracefully dodge
the dishes that are launched to meet the snacks.
The singers seduce the wind with the syncopated rhythm,
from their chords;
the dancers leave printed on the symmetry
of the atmosphere their rhythmic movements leaving
the bittersweet of the sweat of their bodies.
The sun plays indifferent with the surrounding landscape
licking the shadows sat in the seats,
the park stretches indifferent to the barking
of lost dogs from the recesses of buildings.