Resulta.
Resulta que por esas cosas
no he sido capaz de entender el porque
de las muertes, solo a mi rostro llegan
las lágrimas húmedas en el dolor,
en un dejo de ironía mi mano
trata de alcanzar el brillo iridiscente
de la T.V.
y en un arrebato de rabia mis dedos
intentan tocar el métalico color de la sangre.
La penumbra de las agonías se deshacen
en el sabor de las compras de última hora,
ellos en estos quehaceres, olvidan
de la guerra que consume la suave savia
el nutriente puro de sus corazones,
todo es irreal, las caras
solo muestran el color anodino
universal de sus
en la celda de su yo.
Quisiera que por un acto
pudiera ver el fin de los exterminios,
el término de los gritos en la penumbra
de los cúbiculos de la tortura,
el fin de las bombas cayendo dentro
de los rostros de ancianos llenos
de preguntas.
No comments:
Post a Comment