Apruebo.
Apruebo con
alborozo cuando el sol
abre sus
ojos en la mañana,
dejando que
guitarras
y palomas
hoy vuelan libres,
alegres con
los vítores de una victoria,
pergeñados
con la clara mirada
de nuestras
mujeres, hombres, ancianos,
y jóvenes.
Rechazo la mirada concupiscente
de los prevaricadores de la verdad.
Apruebo la
sonrisa llana y libre de los niños,
apruebo el
triunfo de la dignidad,
dignidad
elusiva, cautiva
en las
mazmorras de los mentirosos,
dignidad
abrazando a
las pobladoras, albañiles
chóferes,
doctores, estudiantes,
en fin a
nuestra gente valiente.
Rechazo la trampa de los saqueadores de turno.
Apruebo las
manos solemnes de los campesinos
que rompen
la tierra para traer los frutos
que
cultivan con la parsimonia de una sabiduría
aprendida
con los diálogos de los elementos.
Rechazo los conciliábulos donde se decide
el despojo de los pobres.
Apruebo el
abrazo fraterno, la mirada limpia
el roce de
nuestros cuerpos con la brisa de la mañana,
la palabra
franca, el saludo solidario.
Rechazo el miedo esparcido por esos que adoran
las mentiras.
Apruebo la
voz indignada de los desamparados,
las manos
alzadas apuntando a los descarados
que roban
día a día el justo salario.
Rechazo el odio esparcido por esos enemigos
ancestrales de mi pueblo.
Apruebo los
acordes de los que cantan las esperanzas,
con el
canto claro y conciso llamando a proseguir
las
conquistas obtenida entre barricadas y balas traidoras,
entre
mentiras medioevales y ojos desgarrados,
apruebo el
triunfo de nosotros.
I approve.
I approve with glee when the sun
open your eyes in the morning,
letting guitars
and doves fly free today,
rejoicing with the cheers of a victory,
sketched with the clear gaze
of our women, men, elderly,
and young.
I reject the
concupiscent look
of the prevaricators
of the truth.
I approve of the flat and free smile of children,
I approve the triumph of dignity,
elusive, captive dignity
in the dungeons of liars,
dignity
hugging the settlers, masons
drivers, doctors, students,
in short to our brave people.
I reject the trap of
the looters on duty.
I approve of the solemn hands of the peasants
that break the earth to bring the fruits
that they cultivate with the parsimony of a wisdom
learned with the dialogs of the elements.
I reject the conciliations
where it is decided
the dispossession of
the poor.
I approve of the fraternal embrace, the clean look
the brush of our bodies with the morning breeze,
the frank word, the solidarity greeting.
I reject the fear
spread by those who worship
the lies.
I approve of the indignant voice of the homeless,
hands raised pointing to the cheeky ones
who steal the fair wage every day.
I reject the hatred
spread by those enemies
ancestral of my
people.
I approve the chords of those who sing hopes,
with the clear and concise song calling to continue
the conquests obtained between barricades and treacherous bullets,
between medieval lies and torn eyes,
I approve of the triumph of us.