El rompimiento de los sueños.
(A raíz de las lluvias.)
Todo se
rompe, el aire no es capaz de tocar mi piel
el vacío de
los días quiebra la paz de las palomas
el agua ha
cesado de mojar las raíces de los árboles
las cosas
triviales cambian el curso de los vientos
tus ojos se
empañaron con los mas álgido de los celos,
los rayos
de luz han dejado el espacio de los sueños
y las
estrellas esquivan el silencio de la noche.
Todo se
rompe, los ojos dejan de ver la realidad
las aves
recogen de la tierra la putrefacción
de basuras
ajenas arrojadas por la desidia,
ya la nada
envuelve la fiebre obtusa de los viajeros
con sus
orbitas vacías bañadas con el odio,
las voces
se transforman en un engaño
bañado por
el obsequio de sustentos mentirosos
desde el
barro los pies de los vecinos hundidos
en el
estiércol sempiterno de desagües
construidos
entre reuniones de engaños y despojos.
Todo se
rompe, los brazos cansados no pueden
levantar
las herramientas de la vida, se disuelven
nuestras
figuras en la desidia y las sonrisas melodramáticas
la voz
metálica de los hacedores de leyes llena
el ozono
con otros mañanas, o la venida de mejores
días
envueltos cual caramelo en papel de seda.
Todo se rompe
cada mañana, en la caja de idiotas
el astuto vende
la pócima de sus mentiras edulcoradas
en la
alucinación de sus pesadillas,
el
nigromante alucina los mundos atravesados
de galaxias
ausentes en sus espacios,
el
manicomio retrotrae las esperanzas
escondidas
en los hospitales, donde solo la muerte
es capaz de
definir las verdades de la vida,
donde las
lagrimas cual estalagmita al caer
trepanan
los corazones.
Todo se
rompe, el agua inverosímil deja correr
su torrente
entre la tierra aterida por el miedo
llegando
hasta donde los ojos pierden
el
significado del horizonte,
vemos rostros
estupefactos, rotos por lo repentino,
los días
recorren el hastío de las horas
reventando
las murallas con el agua pútrida
agua
corroyendo la comisura de los labios
de
ciudadanos dubitativos esperando
el
estallido de cornetas celestiales.
Todo se
rompe en la quietud de las miradas.
(Following the rains.)
Everything breaks, the air is not able to touch my skin
the emptiness of the days breaks the peace of the doves
the water has stopped wetting the roots of the trees
trivial things change the course of the winds
your eyes were clouded with the highest of jealousy,
the rays of light have left the space of dreams
and the stars avoid the silence of the night.
Everything breaks, eyes stop seeing reality
birds pick up rot from the ground
of other people's garbage thrown by laziness,
Nowhere is enveloping the obtuse fever of travelers
with their empty orbits bathed in hate,
the voices turn into a hoax
bathed in the gift of lying livelihoods
from the mud the feet of the sunken neighbors
in the everlasting manure of drains
built between meetings of deceit and spoil.
Everything breaks, tired arms can't
lift the tools of life, dissolve
our figures in laziness and melodramatic smiles
the metallic voice of lawmakers fills
ozone with other mornings, or the coming of better
days wrapped like candy in tissue paper.
Everything breaks every morning, in the idiot box
the cunning man sells the potion of his sweetened lies
in the hallucination of his nightmares,
the necromancer hallucinates the worlds crossed
of galaxies absent in their spaces,
the madhouse brings back hopes
hidden in hospitals were only death
is able to define the truths of life,
where the tears like stalagmite when falling
hearts climb.
Everything breaks, the improbable water lets run
its torrent through the earth stiff with fear
reaching as far as the eyes lose
the meaning of the horizon,
we see astonished faces, broken by the sudden,
days go by the weariness of hours
bursting the walls with putrid water
water corroding the corner of the lips
of hesitant citizens waiting
the outburst of heavenly horns.
Everything breaks in the stillness of the eyes.
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