Luna.
Asciende, noche tras noche la luna,
blanca en su plenitud de doncella
rodeada de misterios, de arcanos de la vida
que por siglo la han visto
navegar en el espacio milenario
siempre, en su silencio señorial
nos mira con ojos pausados
envuelta en el sortilegio del tul
que cubre su piel, pero llevando
muy dentro
dolores,
alegrías,
amores imborrables,
las vesanias de los inquisidores,
el suspiro de los que de amor han muerto,
en su espalda a acumulado
los sueños,
los deseos,
la pasión erótica,
las lágrimas que han bañado
la faz de la tierra.
Hay veces que en mis sueños
se transforma en el caballo alado
cabalgando con la velocidad
de las centellas
llevando en sus ancas
las estrellas cubriendo el firmamento
dejándolas caer una a una entre
los dedos de la luz,
sus cascos sacan chispas de los asteroides
encendiendo el espacio sideral.
Sola, mira perpleja como
la tierra vapuleada pierde el color de la alegría,
el tono lozano de su corteza,
en su rebozo recoge
las tristezas de Gaia,
las lágrimas de Yemaya,
los partos de la Pachamama
la de desolación de la Pincoya.
Desde la distancia, hay veces
que te observo imponente
recortando con tu luz los dibujos reflejados
en el esténcil de la noche.
Mis ojos con melancolía
te capturan tratando de desentrañar
las alquimias de tus conjuros.
Pero al fin y al cabo, luna
blanca, hermética
te seguiremos viendo cruzar en la noche
cortando en la distancia los horizontes
conocidos.
Moon.
Ascent night after night the moon,
white, in his height of maid
surrounded by mysteries, hidden of life
that century that has seen
navigate in the millennial space
always in stately silence
unhurried look at us with eyes
wrapped in the spell of tulle
that cover your skin, but carrying
deep inside
pains,
cheers,
lasting love,
the rage of the inquisitors,
those that have died to the sigh of love,
on her back accumulated
dreams,
desires,
erotic passion,
the tears have bathed
the face of the earth.
Sometimes in my dreams
she transformed in the winged horse
riding with the speed
of lightning
carrying on their haunches
the stars covering the sky
dropping them one to one between
the fingers of light,
the hoofs take out sparks
from the asteroids
lighting the outer space.
Lonely, looking perplexed as
the battered earth loses the color of joy,
the florid tone of its bark,
collects in her shawl
the sorrows of Gaia,
the tears of Yemaya,
the labours of Pachamama
the desolation of Pincoya.
From a distance, sometimes
I see you impressive
cutting with your light the reflected
drawings in the stencil of night.
My eyes with melancholic
caught you trying to unravel
the alchemy of your spells.
But after all, moon
White, inscrutable
we will see you crossing at night
cutting in the distance the horizons
we know.
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