Vladimir Mayakovski.
Las
estrellas abrieron sus corazones
para
recoger tus palabras en la seda
suave del
éter,
tus manos
majestuosas tallaron
en el
granito del tiempo
tu voz
monumental,
así tu corazón
horadado
por los
designios de la vida
descansa en
el magnificente vientre
caliente de
la madre tierra,
el
estarcido de tu verbo quedo grabado
en nuestras
memorias milenarias,
desde tu
piel el elan abrazo la existencia
de tu
pueblo.
Ahora,
entre los dedos, mi epidermis
siente el
reflujo de los corajes,
de los
instintos, de la furia contenida,
de los
sueños atragantados en los acantilados
de los ecos
de tu voz recorriendo
la cintura
sensual del universo.
Camarada
poeta, gracias por tus palabras.
Vladimir Mayakovski.
The stars opened their hearts
to pick up your words on
the soft silk of ether,
your majestic hands carved
in the granite of time
your monumental voice,
so your heart pierced
for the purposes of life
rest in the magnificent
hot belly of mother earth,
the stencil of your verb was recorded
in our millennial memories,
from your skin the élan embraced the existence
of your people.
Now, between the fingers, my epidermis
feels the reflux of courage,
of the instincts, of the contained fury,
of the dreams choked on the cliffs
of the echoes of your voice go over
the sensual waist of the universe.
Comrade, poet, thank you for your words.