La noticia.
de un domingo,
la noticia vuela
despertando
el temblor de mis pestañas
rabioso rompo el silencio
y de las líneas
su mensaje viaja radiante
en el intrincado
laberinto de mis pesadillas
el chacal, sempiterno monstruo
sombra trancendente
vuelve a quebrar una paz descifrada
en el combate de nuestros dolores
y en el quehacer de los desvelos,
los fantasmas
sacudieron el polvo acumulado
en cruces pintadas
con la pátina sanguinolenta de los años,
el susurro abrio su pecho
mutilado por los latigazos
de la mentira
el mar volvio a su cauce natural
dejando al descubierto huellas
de dolores intactos al paso de un tiempo
detenido en traiciones.
Eran las siete de la mañana
de un domingo,
lágrimas rodaron por mi piel,
mustío
el corazón dio una voltereta
reventando mis venas calcinadas,
la luna en un estallido salvaje
exploto
en
el negro de la inmensidad
dejando al descubierto el dolor impreso
en las fotos de los desaparecidos,
entre el látigo y la tortura
los recuerdos trasgredieron
la imposición de la ley
mientras, los centuriones
caballeros desgolladores
vuelven sus garras a los esmeriles de la muerte
para afilar el acero de sus rabias.
Eran las siete de la mañana
de un domingo,
la luz austral
cambio su rumbo trayendo
en el reflejo de una estrella
los fragmentos de algunos
utensilios de muerte,
el clamor de las voces pidiendo
justicia rompieron tú omnipotente
desprecio por la vida.
Tus garras de chacal, artífices de la muerte
hilaron la trama
tú prisión estará plagada
de fantasmas, llantos, dolores,
ahora solo basta que
el hombre descubra
la verdadera mirada detrás de tus lentes oscuros
esa, la hosca,
la de la rabia por un pueblo
que amo el paisaje, y la cadencia
de las tardes en un momento de descanso.
Eran las siete de la mañana
de un domingo,
los recuerdos y dolores te
envolverán en una suave seda
de la que nunca saldras, pues
ya la escarcha helada de tus acciones
ha envuelto tú corazón
convertido
en revólver, Corpus-Christi, chacal,
"parrilla", mentira, Hawker Hunter,
conciliábulo, Villa Grimaldi, traición, Lonquén,
degollados.
The news.
the news flies
waking up
the tremor of my eyelashes
rabid I break the silence
and of the wires
its message travels radiating
in the dense
labyrinth of my nightmares
the jackal, everlasting monster
shades transcendent
returns to break a peace deciphered
in the combat of our pains
and in the task of the sleeplessness,
the ghosts of the present
shook to the accumulated dust
in crosses painted
with the bloody patina of the years,
the whisper opened their chest
mutilated by the lash of the lie
the sea turns back to their natural channel
leaving in the open tracks
intact pains to the passage a time
stopped in treasons.
They were the seven in the morning
of a Sunday,
tears rolled by my skin,
sad
the heart gave a somersault
bursting my calcined veins,
the moon in a wild outbreak
explode
in the black of the immensity
leaving the pain printed
in the photos of the disappear,
between the whip and the torture
the memories transgress
the imposition of the law of silence
while, the centurions
the knight be headers
return their claws to the emery of death
to sharpen the steel of their rages.
They were the seven in the morning
of a Sunday,
the austral light
change his course bringing
in the reflection of a star
the fragments of some
utensils of death,
the outcry of the voices requesting
justice broke you omnipotent
scorn for life.
Your claws of jackal, creators of the death
spun the plot of the destiny,
your prison will be plagued of ghosts, weeping, pains,
now would be enough
that the man discovers the true
behind your dark lenses
that the sullen one,
the one of the rages by a town
that master the landscape, and the cadence
in the afternoons in a while of rest.
They were the seven in the morning
of a Sunday,
the memories and pains
will surround you in a smooth silk
of which you never will leaves, because
already the frozen frost of your actions
will wrap your heart
turned
revolver, Corpus-Christi, jackal,
"parrilla", lie, Hawker Hunter,
conciliabule, Villa Grimaldi, treason, Lonquén,
beheaded.